El Restaurante Txoko luce con orgullo la decoración original del local desde 1985, adaptada a los tiempos actuales seguimos haciendo gala del estilo rústico de las antiguas casas de marineros típicas del País Vasco.

En nuestro comedor principal, con una capacidad de hasta 65 personas, podrás ver antiguas fotografías de hombres de la mar y remeros de Donostia, antaño muy populares. Unas magníficas vistas despejadas de la bahía de San Sebastián terminan de completar el encanto del salón, ideal para comidas y cenas para grupos.

Por otro lado, nuestro segundo comedor ofrece un ambiente más familiar y una atmósfera más distendida en lo que, antiguamente fue un establo y hoy luce decorado por una exposición única de retratos de pelotaris ilustres de Donostialdea, desde 1880 a la actualidad.

Situado en la calle Mari, el Restaurante Txoko se encuentra ubicado en el corazón de San Sebastián y uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad: el acceso al puerto pesquero, en plena parte vieja de Donostia.

San Sebastián es una ciudad más bien “moderna”, que mantiene la majestuosidad de la Belle-Epoque y continúa fiel a su esencia tradicional, a pesar de que los asaltos, guerras e incendios sufridos en anteriores siglos hicieron que hoy en día sea muy difícil encontrar restos originales de la antigua ciudad.

En cualquier caso, las inmediaciones del restaurante son unas de las pocas ubicaciones donde aún puede apreciarse cómo como era la Donosta antigua. Un escenario perfecto para pasear
por los restos de las antiguas fortificaciones y murallas de defensa y perderse entre reminiscencias de navegantes y marineros, la alegre vida comercial de la zona y sobre todo de imágenes cotidianas de la la vida local.

Tras la comida, imprescindible acceder al mirador que se encuentra a unos pasos del Txoko y, sobre todo, disfrutar del ambiente del puerto, el paseo marítimo de San Sebastián o la Playa de la Concha, a solo unos minutos del Restaurante.

Desde aquí el visitante puede también iniciar un precioso recorrido hacia la subida al castillo, que bordea la Parte Vieja, adentrarse en el maravilloso paseo que lleva al Monte Urgull o, si lo prefiere, perderse por la Parte Vieja, una de las zonas más auténticas y animadas de San Sebastián, idónea para una sobremesa o para hacer turismo.